Mi vida desde hace unos años, desde que murió mi padre, ha ido de mal en peor. Enfermedades, muertes en la familia, amores incomprendidos, accidentes, y un largo etcétera que sería demasiado extenso para un primer día, pero que si lo juntamos todo, hace una montaña, una gran montaña que me está hundiendo poco a poco.
Ahora, actualmente estoy pasando por un momento muy malo. Hace unos días, el 29 de Abril, mañana hará una semana, mi novio me dejó. Es la primera vez que me dejan por una razón tan poco razonable: por que le quiero. Sí,por que le quiero. No le encuentro lógica. ¿Cuántos hombres estarían deseando tener a una mujer que les quiera, que les mime, que les adore? Pues al parecer yo di con el hombre no adecuado, y él necesitaba una persona que no le quisiese. Llevo una semana dándole vueltas sin saber que pensar, intentando buscar razones, hechos que pudieran explicar lo que se le ha pasado por la mente. Una semana entera intentando descubrir que pudo cambiar en unos días para que de repente él no tuviese la necesidad de estar conmigo. No lo entiendo. No se si será su propio agobio, sus propios motivos personales que le han hecho explotar y la he pagado yo, no se si será influencia de algún amigo al que yo puede que estorbara y que llegara a hacerle cambiar de idea, no se si será que ha encontrado a otra persona que le llena más que yo, o no se si simplemente será que se ha aburrido de mi y ya no me necesita. No se que será, pero a mi me ha dejado vacía.
Le echo de menos, echo de menos su voz, echo de menos sus detalles, sus palabras, sus te quiero que hasta el último momento me estuvo regalando. También, y quiera que no, echo de menos sus rarezas, sus cosas malas, a las que te vas a acostumbrando y casi acaban gustándote como parte de él. Me he quedado vacía, tremendamente vacía.
Es muy duro. Es muy difícil intentar mantener la compostura, hacer ver a la gente que te rodea que no te ocurre nada cuando realmente estás mal. No querer hacer sufrir a los que están cerca de ti y tragarte tú todo. Es horroroso el tener que sonreír como si nada hubiese pasado y por dentro sentir las ganas de llorar y de rasgarte el corazón.
Deseas que todo vuelva a su cauce, que todo empiece de nuevo, deseas despertar por la mañana y sentir que esto ha sido una de tantas malas pesadillas, y que nada es realidad, que es un mal sueño, y que tras ese icono del Messenger conectado está él para saludarte todas las mañanas desde el trabajo con un: “Hola cariño”, que ese mensaje que te llega al móvil es su mensaje para decirte que ha llegado bien a casa después de trabajar, y por la noche esa llamada que recibas sea su última llamada del día para darte las buenas noches y decirte te quiero. Pero no, despiertas y todo sigue igual que hace una semana, no vuelves a recibir un mensaje, no vuelves a recibir una llamada, y cuando ves la pantalla del Messenger, sabes que ahí está, conectado, pero que no te va a dar los buenos días ni te va a volver a decir te quiero.
Es duro, muy duro, y no se lo deseo ni a mi peor enemigo.
Bueno chiquilla, animate, despues de la tormenta siempre sale el sol. Y tu eres un sol, y saldrás :-). Me alegro de leerte. Besotes :-****