Dos personas han hablado hoy. Han esperado más de un año para hablar. Un año entero sin entenderse, emperrados los dos en sus fantásticas y rebuscadas teorías. Ellos dos son cabezotas y no atienden a razones, no se dan cuenta de que ninguno tiene la razón y que ambos tienen la culpa. Hoy después de muchos meses y muchos días de comederos de cabeza, de vueltas al mismo asunto, y de malos rollos han puesto sus palabras en común.
Han hablado, él al principio no quería por que decía que acabarían discutiendo, ella calmadamente le ha hecho comprender que no es discutir lo que iban a hacer, que era hablar, era compartir. Él la quiso, ella tuvo muchas dudas sobre ello, él la quiere, pero no cree que puedan ser pareja. Ella le ha creído cuando le dijo que era amor lo que sintió por ella, pero no esta de acuerdo con esa incompatibilidad a la que él se agarra. No, a base de preguntar y razonar ambos han visto que la pareja pudo haber funcionado, si el cúmulo de desfavorables circunstancias de él y la depresión por la que estaba pasando ella, les hubiera permitido abrir sus almas el uno al otro, compartir pesares, desahogar agobios, comunicándose.
Comunicación, comunicación que es lo que estaban haciendo ahora, demostrándose que son capaces de expresar lo que sienten sin tapujos. Comunicación es lo que les falló, lo que les separó, no supieron comunicarse, no quisieron por no hacerse daño mutuamente pensando en que cada uno a su manera estaba pasando muy malos momentos, y si se echaban en cara aquello que les molestaba, que les dolía, o simplemente no le gustaba, iban a hacerse mucho daño. Pero lo que no sabían es que no haciéndolo, se estaban haciendo mucho mas daño todavía.
Han sido muchas horas hablando donde él pensaba que ella no iba a entrar en razón e iba a seguir manteniendo firmes sus absurdas teorías, pero ella le ha demostrado que no solo razonando las absurdas teorías pueden desvanecerse, si no que también, a pesar de haber estado un año defendiendo sus razones, estas han dado la vuelta, y ni él ni ella estaban en lo cierto, y ambos cometieron un gran error.
De ahora en adelante no se que pasará. Se ha aclarado el pasado y espero que ambos hayan por fin cerrado un libro que estaba abierto y en el cual las hojas se empezaban a poner amarillentas.
No se si volverán a escribir de nuevo un libro juntos. Ella es demasiado orgullosa para comenzar a escribir el prólogo, y él creo que no tiene intención de coger la pluma y ponerse a garabatear. Pero eso sí, al menos ella desde ahora podrá contar nuevos relatos mirando hacia el futuro con una nueva cara.
Tampoco sé si él leerá estas letras algún día, ojala lo hiciera para que supiera que ella jamás ha sentido rencor, todo lo que sentía era amargura, confusión por no poder entender lo que había ocurrido, y por tener la certeza de que si en su momento ambos hubieran tenido la fuerza necesaria para poner sobre la mesa aquello que les agobiaba, seguramente todo hubiera tomado un rumbo distinto.
CREO QUE ES MEJOR HABLAR LAS COSAS COMO SON, PERO TRANQUILOS SIN EXALTARSE.
PERO DE CORAZÒN DESEO QUE LAS COSAS SE PUEDAN RESOLVER DE LA MEJOR MANERA.
BESOS¡¡