Curiosidades de la vida. Ayer por la noche una compañera de trabajo nos estuvo contando el affaire que tenía con un chico que ha conocido. Al final lestabamos dos intentando vacilarle y acabamos con la boca abierta, vamos, mas yo que la otra.
La historia fue que nos contaba que había conocido a un chico muy majo, muy alto y guapo, muy agradable, y cariñoso... Yo empecé con la tontería que me lo tenía que presentar a mi, que ella es muy bajita y que si es alto a mi me venía de maravilla. Total que en un momento dado comienza la conversación entre las tres compañeras.
Compañera 1: “Es mas majo, se llama Pepito Perez”
Compañera vacilona: “Anda, yo estuve saliendo con un Pepito Perez” (mentira cochina).
Compañera 1: “Anda ya, ¿es verdad?”- Mirándome a mi-
RosaAmarilla: (Siguiendo el rollo) “Claro que es verdad”
Compañera 1: “¿Y tiene 31 años?”
Compañera vacilona: “Echando cuentas… tenía dos mas que yo, yo ahora tengo 29”….
Compañera 1: “¿y era de Pataplán (lugar donde vive él)?
Compañera vacilona: “Ya no me acuerdo bien, creo que si, fue hace tiempo”.
En eso que según iba diciendo cosas a mi me iba coincidiendo mucho todos esos datos con un chico que conocí hace casi dos años, y que era un encanto de chaval.
Me levanto muy seria, miro a Compañera 1 y le digo: “¿ No me digas que estás enrollada con XXX?”
Compañera 1 se da la vuelta pálida y me contesta: “No me jodas que no me estabais vacilando y realmente le conocéis”.
Compañera vacilona no le conocía ciertamente, pero yo si. Fue una situación muy curiosa. Llevo mogollón sin verle, y de vez en cuando nos mandamos un mensaje al móvil, de hecho contrastamos números de teléfono para confirmar que se trataba de la misma persona. No me extraña que esté tan contenta de haberle conocido por que es un encanto de persona. A mi me encandiló bastante cuando le conocí. Si en aquellos momentos no le insinué nada, ni le dije nada fue por que andaba liadilla con otro, pero me atraía mogollón. De hecho es un amigo de un amigo mío, bloggosferos ambos, y siempre he tenido la espinita clavada ahí, y siempre me arrepiento de no haberme insinuado en un momento dado. Ains….