Me ha ocurrido una cosa muy extraña. Al salir del trabajo he decidido venirme andando a casa. Hacia fresco, y había algo de niebla, pero me apetecía disfrutar de las calles de Madrid, a las ocho de la mañana, sin gente, sin coches, húmedas, solitarias. He empezado a andar y a disfrutar muchísimo con lo que veía. Me gusta el otoño.
Al cruzar la Castellana y seguir adelante mi camino, siempre paso por un parque, nunca me paro a verlo, pero hoy estaba muy lindo. Las hojas empiezan a caerse de los árboles y hacen un manto marrón en el suelo. Hoy tenía un colorido bastante bonito, que contrastaba el verde del césped con el color de las hojas húmedas por la niebla. De repente, según me iba fijando en eso, me doy cuenta que mas adelante hay un pájaro que está en el suelo, un cuervo negro. Desde el principio me ha extrañado ya que jamás había visto un cuervo en Madrid, de hecho solo los he visto en el campo, y siempre he pensado que es imposible verlos en una gran ciudad.
Sigo mi camino, y al pasar por delante de él, el pájaro no se inmuta, está estático. Si no fuera por que estaba de pie sobre sus patas encima del césped se podría pensar que estaba muerto. Me paro un poco adelante porque me come la curiosidad y me giro. El cuervo sigue inmóvil. Me doy la vuelta y me acerco hacia él. No hace ningún movimiento, no se asusta, simplemente está ahí, estático, como una pequeña estatua negra.
Llego hasta él, a medio metro mas o menos, no hay cambios, me acerco cada vez más hasta llegar casi a ponerme a 20cm de distancia. Apoyo una rodilla en el suelo para poder mirarle más de cerca. Está vivo, respira, y tiene los ojos abiertos. Me está mirando pero no intenta escapar de mi presencia. Me quedo un poco observándole, pero no se mueve. Muerta por la intriga he movido la mano, acercando mi brazo hacia él para intentar tocarlo, y descubrir que estaba ocurriendo. De repente, cuando casi estaba apunto de rozar mis dedos con su cuerpo, una sensación de miedo me ha recorrido entera, una angustia, un sentimiento, o más bien un presentimiento de que algo malo va a pasar. Me ha dado pánico y me he levantado corriendo, hasta he hecho un mal movimiento con la rodilla que tenía apoyada en el suelo y ahora la tengo dolorida, y me he alejado de allí, sin mirar atrás.
No se que me ha pasado, ahora, ya estoy en casa, más tranquila. He confirmado que mi madre está bien, de hecho la he despertado para ver que ha pasado buena noche, mis perros también están bien, y aparentemente en casa no ha ocurrido nada, pero sigo con la sensación de miedo. Estoy asustada y tengo pánico de volver a tener presentimientos de cosas malas como hace tiempo tenía. Estoy asustada por que hoy, un día de todos los santos, he vuelto a sentir la sensación de ahogo, la sensación de pánico, y la sensación de que algo malo va a pasar. Hoy, justamente hoy, y con un animal que está bastante relacionado con algo muy personal e importante en mi vida.
Esto no os penséis que es un cuento por ser Hallowen, esto me acaba de pasar de verdad. Estoy muy asustada.
Según la mitología escandinava, el dios Odín estaba frecuentemente acompañado de los dos cuervos llamados Hugin (pensamiento) y Munin (memoria). Se sentaban sobre sus hombros y bajaban a la tierra para observar lo que hacían los hombres y llevarle luego las noticias a su dueño. Quién te dice a tí que no pillaste a uno de patrulla...