Estando en el pueblo me enteré de que una asociación de voluntarios había montado una biblioteca allí, con mucho trabajo y mucho esfuerzo no remunerado. Han conseguido que les subvencionen unos ordenadores y han puesto internet gratuito para los oriundos de la zona. Lógicamente son cuatro y casi todos mayores y casi no los usan. Yo fui buena y me resistí a la tentación, fui al pueblo a desconectar y eso he conseguido.

Bueno, a lo que íbamos. Yo soy una tremenda “leona”, es decir, que leo mucho, tengo en casa una cantidad tremenda de libros ya leídos metidos en cajas que cada día ocupan más y mas espacio. Cuando me enteré de esto pensé: Si tengo muchísimos libros que no voy a leer mas por que, o no me han gustado, o no son mi estilo, o están bien pero no me han llenado lo suficiente, y algún día tendré que deshacerme de ellos por que están ya invadiendo mi espacio vital, ¿por qué no los dono a gente que los puede usar y disfrutar?.

Ni corta ni perezosa me dirigí al ayuntamiento, y pregunté por la responsable de la biblioteca, que resultó ser una vecina mía de allí. Le comenté mi idea y me dijo que encantada, de hecho dice que la diputación de Huelva les ha concedido una serie de libros, pero son todos de consulta. No tienen nada de libros de lectura, novela, poesía, teatro… y estarían encantadísimos en que los libros que yo no quiera se los donara, ya que están empezando y tienen las estanterías casi vacías.

Así pues, aquí me veis, haciendo selección de libros usados en casa, clasificándolos y metiéndolos en cajas. Si alguno de vosotros está en mi misma situación, los libros os comen el espacio, no podéis respirar, ni moveros, y notas como por las noches confabulan tretas contra vosotros para ver como consiguen invadir tu cama,y no puedas dormir en ella. Haz selección de aquellos que no quieres para ti mismo, y deja que el resto de la gente disfrute de ellos, ellos lo harían por ti (bueno, de esto no estoy tan segura). Si quieres ponte en contacto conmigo, yo los recojo y la próxima vez que baje, creo que será por noviembre, los acerco a la biblioteca, para que tengan un lugar digno donde vivir.

Un besote gordote a todos.