Mi corazón y mi alma reflejados en un espejo.
lunes, diciembre 04, 2006
De paso por mis antepasados
Aprovechando el domingo y que Lunax iba a estar pasando el fin de semana fuera, decidí acoplarme a su viaje y pasar un día fuera de Madrid. Hablé con un amigo, ya le conocéis, llamémosle mi cita del cine, y aceptó a venir con nosotros.

Quedamos a las nueve y media, me pasaba a recoger y salíamos zumbando hacia nuestro destino, Segovia, las hoces del río Duratón. He de decir que el viaje me hacía ilusión, porque mi padre nació en una pequeñita aldea donde nacen las hoces, justo donde está la ermita de San Frutos, y desde que tenía ocho añitos no había vuelto por allí. Este año, la noche del 31 de diciembre al 1 de enero hará siete años que mi padre nos dejó, y el ir allí me llenaba el alma.

El viaje fue muy agradable, con lluvia y niebla, pero con muchas risas.
- RosaAmarilla, que pongas la música que quieras.
- Ains, cita del cine, que pongas lo que te apetezca que es tu coche.
- RosaAmarilla, que soy muy raro con la música, que me gusta el heavy y el hard rock.
- Juas, con esas pintas, anda yaaaaa.
Y si, ciertamente le gustaba, juas.

Llegamos al pueblo de mi padre, aparcamos el coche, yo bastante mareada, y nos fuimos a dar una vuelta para que el aire fresco me despejara. Me ha dado mucha pena. La aldea está vacía, casi como un pueblo fantasma. No había nadie por las calles, casi todas las casas derruidas, y las pocas que se conservan de pie con las puertas cerradas. Paseamos y recordé alguna imagen de mi infancia, de alguna vez que fui allí, y el pueblo seguía siendo el mismo pero a su modo era diferente. Descubrí que la casa donde nació, donde mi padre se crió estaba destruida, y maldije a aquellas personas que la heredaron, que dejaron que esto ocurriera.

Empezó a hacer frío y nos fuimos al único bar que hay allí, en la carretera. Había que tomar un café calentito. Entramos y estaba la camarera sola. Me miró, nos puso los cafés y me observó un rato. Me debió de reconocer porque hace dos años estuve en una visita relámpago una noche por la zona, pero no me dijo nada. Mi cita del cine y yo empezamos a hablar sobre la vida en el pueblo, sobre las cosas que me contaba mi padre… mientras tanto entraron dos hombres y se pusieron a tomar algo. Yo seguía con mi historia y mi pasado, y de repente, la camarera me pregunta: “tú eres la nieta de AAA, ¿verdad?". Y yo le contesto: “Claro, de AAA y de XXX.”.
En ese momento uno de los dos hombres que estaban tomando el vinillo en la barra se dio la vuelta, me miró y dijo muy contento: “¡Anda, si tú y yo somos primos segundos!”.

En serio, no he visto una persona con más ilusión que este hombre, mi primo, hablando de nuestra familia, de lo que se acordaba de mi abuelo, de mi padre, de las últimas veces que se habían visto, del resto de mis primos. Sonreía, reía y gesticulaba como si le hubieran dado una noticia tremenda. Salió a buscar una agenda para darme el teléfono de otro primo segundo que vivía en el pueblo de al lado, y... cuanta ilusión vi en su mirada.

Decidimos ya irnos porque habíamos quedado con Lunax y churri en un pueblecito de al lado, Sebúlcor, y no queríamos llegar tarde. Nos estaban esperando. Yo de nuevo llegué mareadísima, (si yo nunca me mareo…). Nos estaban esperando y tras presentarle a mi acompañante, que encima se han caído genial y son unos marujones a los que no les puedo contar ningún secreto que se lo largan todo, decidimos irnos a Prádena, otro pueblo de por allí a comer y posteriormente ir a unas cuevas que hay en la zona.

Qué os puedo decir de la comida, ummm, mas vale una imagen que mil palabras, ¿no?
(Pues os quedais sin imagenes y sin palabras, porque lo he intentado 800 mil veces, y gracias a blogger ha sido imposible subir las fotos, pero imaginaros una comida en un pueblo segoviano, guau).

Y tras tener el estómago lleno, y descubrir que lo que me mareaba era el ambientador del coche, que amablemente mi cita del cine decidió tirar para no amargarme el viaje, nos fuimos en el coche de Lunax a las cuevas.

Son preciosas. Yo estaba acostumbrada a las Grutas de las maravillas de Aracena, pero estas tienen un encanto y una historia especial. Recomiendo que vayáis por que es interesantísimo.

Y ya como empezaba a oscurecer, y el tiempo estaba empeorando cogimos camino a Madrid, haciendo una parada en Buitrago de Lozoya, para ver las fechas del Belén viviente y tomar algo, y a casa a mimir, que la noche es larga y algunos trabajan por la mañana.

Me imagino que volveremos a quedar, yo personalmente me lo he pasado genial, me he reído mucho, he recordado mis antepasados, y he recordado mis buenos tiempos cuando Lunax y yo viajábamos juntas, he descubierto que he conocido una persona con grandes expectativas de convertirse en un gran amigo, y reconfirmado la bonita historia de amor de mi mejor amiga y su chico. Pero desgraciadamente también he reconfirmado lo que hace unos post comenté, sigo viviendo en el Polo Norte.

Espero que os haya gustado mi viaje.
 
posted by RosaAmarilla at 1:07 a. m. | Permalink |


6 Comments:


  • At 5:36 p. m., Blogger Alter Ego

    Ojala estas cosas me pasaran a mi, ojala que yo encontrara a otra "Cita del cine" al que le gustara el heavy y que me llevara a pueblos extraños donde conocer a parientes lejanos. Abrazo Gratis

     
  • At 5:53 p. m., Anonymous Anónimo

    Un viaje precioso, lod conocer familia perdida siempre resulta cuando menos, interesante

    Un besito guapa

     
  • At 5:58 p. m., Blogger Dammy

    Lo importante es vivir, ¿el lugar? tranquila, se vive en muchos sitios durante la vida. ;-)

    Un blogbesico.

     
  • At 7:42 a. m., Anonymous Anónimo

    me están gustando y emocionando mucho tus últimos posts... y el chico del cine parece muy majo, yo le daría una oportunidad ;) saludos!!

     
  • At 1:30 p. m., Anonymous Anónimo

    bonito post :D yo no conozco ni el pueblo de mi padre :S

    y deja ya el polo norte que hasta los pinguinos se juntan para darse calor :D

    Un beso

     
  • At 8:11 p. m., Blogger Pete Vicetown

    Ha sido sin duda un buen viaje.
    Me ha encantado compañarte.
    Gracias por tu visita.
    Besos