A solas con el estandarte.
Ella y yo nos conocimos cuando empezamos segundo de B.U.P, ¡qué tiempos aquellos! Hicimos tanto el golfandas que acabamos repitiendo curso las dos. Se dice pronto, pero cuando lo pienso, me doy cuenta de que ya hace casi 20 años que somos amigas. Hemos pasado por penas y alegrías, vivido historias disparatadas. Conseguimos casar a su hermana con mi hermano, y tuvimos la broma de las concuñadas durante años. Íbamos viendo como todas las personas a nuestro alrededor iban casándose, encontrando pareja y nosotras seguíamos levantando el honorable estandarte de: Solteras de la familia. Pero lo llevábamos con mucho honor y mucha honra.
Hace mas o menos un año nos reencontramos con un antiguo amigo. Y entre ellos hubo chispa. Al mes nos dieron la noticia que se iban a vivir juntos y que, para alegría de todos ella se había quedado embarazada. Hubo miedo, no puedo negarlo que tenía miedo de que la hicieran daño, que no saliera bien por que me parecía muy precipitado.
El lunes le hicieron una ecografía para ver como iba la niña, le quedaba un mes por enseñarnos la carita. Ayer miércoles le daban los resultados. La cosa no iba bien, parecía que algo fallaba ahí dentro y la dejaron monitorizada, le hicieron varias pruebas, y finalmente la dejaron en planta. Pasamos muchos nervios. Finalmente a última hora de la tarde me llamaron por teléfono, la pasaban a quirófano, había que hacer cesárea para que no se complicara más.
A última hora el timbre de mi teléfono volvió a sonar, era mi hermano:
“-RosaAmarilla, todo ha salido bien, la niña ha pesado 2 kg 800gr, y es una preciosidad, rechoncha, con manotas grandes, y guapísima. La mami está en recuperación, pero también está bien.”.
El corazón me dio un vuelco, suspiré, y una lágrima se me derramó por la mejilla.
Esta noche me han mandado las primeras fotos, con sus dos horitas de vida, y efectivamente es como mi hermano ha dicho, una princesita.
Alicindi, has conseguido aquello que yo tanto deseaba y que gracias a mi enfermedad la naturaleza me ha impedido conseguir. Has dado viva a un ser precioso que dan ganas de comérselo. Aunque últimamente haya habido más distancia entre nosotras por circunstancias de la vida, te sigo llevando dentro de mi corazón, y la lágrima que he soltado es una concentración de alegría, felicidad y buenos sentimientos. Enhorabuena.
Eso sí, no te perdono que me has dejado sola con el estandarte, y no veas como pesa el jodío. Ahora soy yo: “La soltera de oro de la familia”.
Un post muy bonito. Felicidades a la mamá y a ti, que sé que te hace mucha ilusión. Me encantan los bebés (a mí también me está haciendo ilu).
Un besote, guapa.
Y por lo del estandarte, tú tranqui, que somos muchas.