
Mientras escribo está lloviendo. Me gusta esa sensación que el sonido de las gotas transmiten mientras golpean en los cristales. El olor a tierra mojada del jardín llega a mi habitación, y me transporta a zonas boscosas, húmedas y verdes. Me gusta la lluvia por la tarde, cuando está oscureciendo y solamente hay una tenue luz. Me gusta recostarme en mi cuarto, tapada con una cálida manta, entreabrir los cristales de mi ventana, y escuchar el fluir del agua. Me gusta volar en mis pensamiento al ritmo de los golpeteos de las gotas. Me transporta y me relaja, me inunda y me traslada. Me gusta la lluvia en la fría tarde de primavera.
Echo de menos la lluvia en Vigo :(