Hoy toca hablar del corazoncito, pero del corazoncito filial. Hoy toca hablar de mi mejor amiga, esa que quiero como una hermana, esa que siempre está ahí para lo bueno y para lo malo y siempre me intenta aconsejar lo mejor posible dándome la visón de las cosas de una forma objetiva. Esta va por ti hoy.

Como por ayer por la mañana me llevé una gran noticia decidí invitarles a cenar y al cine a ella y a su chico. Él no podía venir a la cena, ya que iba a un concierto con su hermano, pero más tarde vendría. Ella, como de costumbre, al llegar a mi casa, ha tenido un detalle conmigo y con mi madre. Siempre que viene trae algo en la mano para nosotras.

La tarde ha dado para mucho, y como estábamos solas hemos podido hablar sobre todo aquello que nos preocupa, y más que nada, sobre lo que me preocupa a mí, y le preocupa a ella de mí.

Respecto a esto solo decirle una cosa: Mi buena racha ha empezado, y si no lo ha hecho prometo que va a empezar. Yo no soy perdedora, yo no me achanto ante ninguna adversidad, y yo lucho por lo que quiero, por lo que realmente quiero, y sabes que he luchado hasta el final. No soy cobarde, no soy vengativa, no soy rencorosa. Sabes que me las han hecho muy gordas, acuérdate en Cádiz cuando me confesaron lo que me confesaron, y muy duramente salí adelante y no guardé rencor, simplemente del pasado se aprende. Si, se que vas a decir que aprenden los demás, que yo acabo cayendo en la misma piedra una y otra vez. Vale te doy la razón, ves, siempre ves las cosas de manera objetiva. Sabes todo lo que me ha pasado durante estos meses, estos años, lo has vivido en primera persona, y sabes perfectamente tantas veces que he callado y he llorado a escondidas para no preocuparte. Tantas veces que he mentido diciéndote: -no te preocupes, ya estoy bien, ya me he olvidado.- Teniendo constancia que realmente sabias que te estaba mintiendo. Soy cabezota, y a pesar de las veces que me has intentado hacer ver que las cosas no son así, yo he seguido buscando justificación y culpándome a mi misma de todo. Soy así, y es muy difícil hacerme cambiar. Recuerdo una conversación que tuvimos una vez hace tiempo en La Línea de la Concepción.
- RosaAmarilla, si es que a ti te gusta sufrir.
- Ya, pero mientras soy feliz que me quiten lo bailado, paso un mal momento, y vuelve a llegar de nuevo la felicidad. Así vivo a gusto.
Este mal momento está durando mucho, me ha llegado muy profundo, pero se, por que ya te he dicho que yo no soy cobarde ni me achanto ante ninguna adversidad por muy grande que sea, que tarde o temprano volveré a encontrar la felicidad, aunque me vuelva a durar tan poquito.

Que no cierro puertas, y que abro ventanas, que todo el mundo es bienvenido a pesar de haberme defraudado antes, a pesar de haberme despreciado o aborrecido, que no soy rencorosa, que no soy vengativa, y eso tú lo sabes por que me has visto. Sabes que no tengo maldad, y si alguna vez se me ha pasado por la cabeza, al final lo he sufrido yo mas, y que siempre, siempre le he deseado el bien a todo el mundo que me rodea, incluso a mis enemigos, que haberlos los hay. Algo malo habré hecho yo para merecerme todo lo que me ha pasado en esta vida, todo lo que me han hecho. Algo malo tendré para no merecerme esa felicidad, que cada vez que la consigo, que empiezo a notarla en mis manos, algo la sesga bruscamente, sin motivo.

A tu pregunta de: -¿Te gustaría que leyese él tu blog?.- Pues te repito lo mismo que te dije, no lo se, no serviría de nada en absoluto. Si lo ha leído o si lo va a leer no va a cambiar mucho. Jamás pondría un comentario, ¿cobardía, prudencia? no lo se. Yo no sabría que le pasa por la cabeza. Tú sabes que soy transparente y que todo lo que escribo sale de mi corazón. Si él me llegó a conocer, tiene que saberlo igual, y no tendría que leer mis palabras para saber por lo que estoy pasando. No se si me gustaría o no, no me llegaría a enterar, es vuestra opción, los que le seguís viendo, el mantenerle informado si realmente quiere saber algo de mi, el decirle que escribo, que tengo un blog. Dudo, dudo mucho que le interese que tenga una página, un diario donde me desahogo. Lo dudo mucho.

Bueno, y ya después del monólogo super-pesao-melancólico-pasteloso que he echado, simplemente deciros a todos que la peli de The Dark como que no me ha gustado mucho, y agradecer a esta amiga y su churri-que-te-peich el que hayan venido conmigo a celebrar mi buena noticia.

Besitos a todos.

P.D: ¡¡que no voy a darte un sobrino, joe, ains, que pesá!!
P.D 2: ¿Alguien quiere un gato? Mi amiga-hermana necesita regalar dos.