
Anteanoche y pensando que iba a tener mucho atasco a la entrada de Madrid por ser vuelta de fin de semana, en vez de coger el coche para venir a trabajar me vine en tren. Por la mañana, cuando salí volví a tomarlo para retornar a mi lugarcito en Ávila y dormir plácidamente.
Estando ya en el tren, por cierto que agotamiento, el de las ocho y media para en toooodassssss las estaciones, mi imaginación voló. ¿Sería el cansancio, el aburrimiento?
Me vi sentada en una esquinita del vagón, con la cabeza apoyada en el cristal y mirando al lugar en el cual viajaban escasas 20 personas con carita de sueño, examinándolas tras los oscuros cristales de mis gafas de sol. De repente me acordé de aquel chico que la tarde anterior yendo a trabajar se sentó delante de mi. Un chico de unos 30 años, moreno, ojos marrones. La piel dorada, se notaba que había estado en la playa, y un collarcito tipo surfero como los que llevan en las playas de Cádiz. No llevaba gafas de sol, y vi que me miraba varias veces mientras yo escuchaba música con mi mp3. Tenía unos labios preciosos. Vamos, un bombón al que no me hubiera importado clavarle el diente.
Al acordarme de él mi imaginación se me escapó de las manos, y como un fotograma pasaron por mi mente un montón de imágenes de un escandaloso y tórrido encuentro pasio-sexual con este chico. Lo más fuerte de todo es que dichas escenas tenían como escenario el mismo vagón de tren donde me encontraba en ese mismo momento.
La de besos, posturas, gestos, y palabras que en un vagón vacío se pueden hacer. Solamente con mi imaginación y en el recorrido de unas pocas estaciones de cercanías acabé yo sola como una moto perdida. Bufff, menos mal que iba sola sentada, por que si no a saber lo que hubieran pensado de mi.
Cuando ya desperté de mi ensueño sexual, y volví a la realidad de que estaba llegando al pueblo y que debía ir levantándome me di cuenta de varias cosas: Primero que los trenes tienen un morbazo increíble, y segundo, que, o estoy muy desesperada, o me estoy volviendo una exhibicionista de tres pares de narices.
A mí el tren tb me ha dado siempre morbo... Especialmente los baños... No sé por qué, pero creo q tengo fijación con los baños! jajaja Tb me dan morbo los baños de los aviones... Los baños de los centros comerciales... Pufff!!! jajaja
Besotes