Pues sí chicos, otra de las propuestas del año 2006 empieza a cumplirse, ayer por la mañana me apunté de nuevo al gimnasio. Ole ole que la RosaAmarilla va a empezar a sudar de nuevo.

Según salía de trabajar me llamaron por teléfono al móvil.
- Si, dígame.
- Llamo del gimnasio "Sudaquetepeich" para hacerle una oferta de....
- Ainssss, que me pillas saliendo a trabajar y que llego tarde, ¿no me podrías llamar mañana?
- Bueno, rápidamente le digo, tenemos una oferta de 305 euros once meses si se contrata antes de una semana.
- ¿305 euros? uish, mire, que mañana me paso por allí que como llegue tarde a ver si me despiden y ni eso voy a poder pagar.

Salgo zumbando hacia el trabajo y fui pensando: umm, pero si hace unos días pedí información de este mismo gimnasio y me dijeron que eran quinientos y pico euros doce meses o doscientos noventa euros nueve meses, mas quince de la tarjeta de entrada. Que raro. Mira, como me pilla de paso mañana me paso por la mañana.

Como diría Amaral: Toda la noche currando, toda la noche currando, cuando llegue el nuevo día, nos iremos al gimnasio a sudar.

Pues eso, que después de estar toda la noche en la oficina y con la ojera marcada me dirigí rauda y veloz, bueno, vale si, arrastrando los pies y bostezando, hacia el gimnasio en cuestión. Llego a la entrada y miro hacia dentro, está bien, no hay nadie conocido ni que me pueda reconocer, mejor, no tengo yo pintas hoy de venir precisamente a hacer deporte. La entrada muy bonita y luminosa, fotos de cuerpos musculosos en los laterales, tonos pastel en las paredes, la recepción al fondo, un chico sentado detrás del mostrador, no era la mujer que me llamó anoche, o si lo es, es un chico con voz demasiado afeminada. Me acerco firmemente, tanto como el sueño y cansancio me deja, y según llego y digo: "buenos días..", y una voz detrás de él, masculina, varonil, preciosa surgió tras sus espaldas. Yo sorprendida levanto la cabeza y...

Ainssssssssss, ¡¡¡como todos los trabajadores del gimnasio tengan esa voz y estén tan buenos, me presento yo a la hora de apertura y no me echan de allí ni con pan caliente!!! Por favor, que Adonis, que monumento a la belleza, que alegoría al dios Apolo, que despilfarro de erotismo andante, que... argggg que polvazo tiene el niño.

Pues nada, me veis a mi, allí babeante, atontada y él mirándome con ojitos brillantes.
- ¿En qué puedo ayudarte?
- Pues nada, que.. estoooo, es queeeeeeeee..
- ¿Sí?
- Pues nada, que ayer una compañera tuya ayer me llamó para darme una oferta de 305 euros y justamente salía yo a trabajar y no pude atenderla...
- ¿A esas horas? ¿Estabas de guardia?
Y yo pensé: -"¿Guardia?, no mi hora de trabajo habitual, pero ¿y si me hago la interesante?".-
- Si, si, de guardia.
- Veamos, 305 euros, tú ya eres socia ¿verdad?
No lo soy, pero si llego a saber lo que había detrás de ese mostrador antes lo hubiera sido desde hace mucho.
- No, no lo soy, pero hace tiempo que vine pidiendo información aunque por motivos laborales no pude apuntarme en ese momento y ahora justamente estaba yo pensando en hacerlo cuando me habéis llamado.
- Uish que raro, por que esta es una oferta que hemos sorteado para socios que tienen que renovar, ya que la cuota habitual son 305 euros 9 meses, y como oferta a algunos socios lo hemos dejado en once meses.
Joder, ya se ha confundido la otra pedorra y me va a tocar pagar más.
- Bueno, pues entonces...
- Nada, ya que vienes de guardia... ¿por cierto, eres enfermera o médico?.
Ains, no quiero mentir, jajaja a ver si voy a decir que si y un día le da un yuyu a alguno en el gimnasio y me piden que le salve la vida.
- Estooo, no, pero vamos, trabajo en algo relacionado con la asistencia sanitaria.
- Pues eso, ya que vienes sin dormir toda la noche, aunque no seas socia, te voy a aplicar esa oferta.
Ains, si encima de bueno, y bonita voz es majo. RosaAmarilla, deja de babear que al final te escurres ya verás.
- Bueno, pues nada, aquí tienes el contrato, la tarjeta de entrada y taquilla, y una tarjetita de tres invitaciones por si algún amigo tuyo quiere venir un día a conocernos.
Y RosaAmarilla pensó. -"Ya me podías dejar también tu teléfono y una cita para cenar juntitos en tu casa bajo la luz de las velas"-
- Muchas gracias, bueno, pues ya nos vemos mañana, digooo... el martes que viene.

Y RosaAmarilla salió del gimnasio con la sonrisa en la boca, y su contrato por once meses en la mano, con la sensación de: "Si me hubiera cobrado 600 euros hubiera caído igual, por eso ponen a un tio tan bueno en la recepción, y no seas ilusa, que en el gimnasio hay muchas tías buenorras, jajaja, a ver si te piensas que se va a fijar en tus lorzas". Pero mira, de ilusiones también se vive, y a pesar de salir con 305 euros menos en el bolsillo, al menos me he alegrado la vista un ratito y me he ido a dormir con una sonrisa en la boca.