Garfield dice que odia los lunes. A mi los lunes me gustan.
Salgo de trabajar a las ocho de la mañana. Los bares ya están abiertos y puedes tomarte un cafecito con los compañeros que llegan a la oficina a primera hora. Cuando vas hacia casa te encuentras con gente por la calle, fresca, recien salidita de la ducha oliendo a colonia. Ves movimiento.
Yo lo que odio son los domingos por la mañana. Terminas de currar, y está todo cerrado, no viene gente a trabajar a la oficina, solo los pobres pringadillos que les ha tocado currar en domingo y van deprisa y de mala leche por que no pueden retrasarse. Sales a la calle y solo te cruzas con los borrachuzos de turno que vienen de juerga y el que no está tirado en un banco haciendo el gamba, está vomitando en la esquina de enfrente, y te cabrea, no el hecho de que estén vomitando, si no que sabes que ellos vomitan por que se han ido de juerga y tú sales de currar. Lo único bueno del domingo por la mañana es que al ser la primera que llegas a la churrería tienes las primeras porrras crujientitas. ¡¡Qué pena que esté a régimen!!