Hoy de camino al trabajo me he ido fijando en las parejas que me he ido cruzando por la calle, y a parte de darme bastante envidia, por que yo estoy sola, me he dado cuenta de lo variopintas que pueden llegar a ser. Eso me está haciendo pensar y darme cuenta que las que he tenido yo no han sido tampoco de lo más normales.

Yo empecé mis andanzas sentimentales con trece años y medio, él era cinco años mayor que yo. Me enseñó todo, hasta el significado de infidelidad. El muy gracioso, como era pequeña, me dejaba a las diez en casa y se iba de juerga todas las noches de fin de semana. Cada lunes me enteraba de un rollo distinto suyo. Duré dos años y medio, finalmente le dejé yo por cansancio de ver que no cambiaba.

El siguiente ser que pasó por mi historia fue la persona que hasta ahora yo siempre he considerado el hombre de mi vida, que he querido, quiero y querré con todo mi alma. Actualmente es uno de mis mejores amigos, mi confesor, mi alma. Me dejó para irse al seminario, años después que nos reencontramos, me confesó que era gay. Después de tantos años separados y reencontrarnos como amigos, me dijo lo más bonito que un hombre puede haberme dicho jamás en la vida: "RosaAmarilla, ahora que no te tengo, sé que jamás volveré a encontrar lo que contigo poseía". Fueron nueve meses inolvidables para mí.

Continuando con la lista está mi africanito zumbón. Un nigeriano con un cuerpo que quita el hipo, y con una sonrisa y unas manos de impresión. Ains, que locura de hombre, que pena que me dejara para irse a vivir con la que estaba haciendo doblete conmigo sin yo saberlo. Ahora es un feliz hombre de familia con dos hijos y una mujer con unos cuernos tan relucientes como los de los Mihura.

Tras unos meses sin productividad afectiva llegó mi malagueño. Ahí empecé mis andanzas internautas, en un chat de Teleline. Le conocí, y me cayó bien. Finalmente, y por casualidad, ya que me fui a la playa con una prima le conocí. Fueron muchisimos meses de detalles conmigo, de mimos, de preocupaciones por mi, de regalos, de atenciones, viajes a Málaga, viajes a Madrid, de sentirme como una princesa, hasta que ello se transformó en unos meses de control, de 10 llamadas de teléfono diarias al móvil, y si no contestaba, a casa, y si no contestaba, a mis amigas a ver donde estaba, de obsesión por mi por que todo el mundo me miraba y me desnudaba con la mirada, de obsesión por que todos mis amigos se querían acostar conmigo, de celos, de persecución.... Finalmente tuve que cortar yo la situación antes de que fuera mas grave.

Para no perder el ritmo de buscarlos fuera de Madrid el siguiente fue de Cádiz. Viva las playas de Tarifa. Era compañero de trabajo de un amigo que conocí en otro chat. Estuve cinco días con mi amigo en su casa y esta persona al parecer estaba interesadísima en conocerme. Cuando volví a Madrid llamé a mi amigo al trabajo para decirle que había llegado bien y contestó el susodicho. Desde aquel día empezamos a hablar y a caernos bien. Era un chico bastante majo, muy simpático y agradable. Al mes estaba yo en el aeropuerto de Barajas recogiéndolo, por que venía a verme a Madrid. Fue un mes de relación, pero intensísima. Jamás entenderé como en tan poco tiempo le quise tanto. Las razones que me dio: No estoy seguro lo que siento por ti, y tú me das mucho más de lo que yo te estoy dando.

Llegó la hora de buscármelos cerquita. El siguiente fue madrileño. Esta relación no la podemos considerar pareja por que jamás hubo un fifty fifty. Ahora también es un buen amigo, Yo me encapriché, me empecé a pillar bastante. Llevábamos lo que se dice una relación amistad con derecho a roce donde yo me involucré más de lo que al parecer debía y jamás recibí un te quiero por su parte. Lógicamente se enamoró de otra, y esta vez, al parecer, yo también estaba dando mucho más de lo que podía recibir.

Y por último mi ex, el último ex. ¿Qué puedo decir de él? Simplemente que ha sido una persona muy especial en mi vida. Tenía muchos fallos, era un friki de El Señor de los Anillos y de Star Wars (no, a mi no me gusta Star Wars), informático en su mundo del linux, tremendamente casero y nada juerguista, rolero, amigo de sus amigos, demasiado amigo de sus amigos casi hasta la exageración, pero a la vez persona cariñosa y atento conmigo, demasiado preocupado muchas veces por mi. Ha sido una persona que ha estado en momentos muy malos de mi vida, momentos de los que yo pensaba no iba a salir, aunque también tengo que reconocer que me ha fallado en algún momento que realmente he necesitado su apoyo. Alguien que ha representado mucho en mi vida. Una pareja que vista desde fuera no pegábamos ni con cola, él casero, yo juerguista, él dormilón, yo trasnochadora, él cosmopolita, yo viajera, él friki de Star Wars, yo no he visto ni una de las pelis, él superapegado a su familia, yo la familia cuanto más lejos mejor.... pero a pesar de ser polos opuestos le quería... y creo que le sigo queriendo. Sé que no volveré a estar jamás con él, y en el fondo me duele, pero hay que aprender a vivir con estas pérdidas y seguir hacia adelante con la cabeza bien alta. ¿Cuál fue su frase de despedida?, os va a sonar por que es la tercera vez que la vais a leer: "RosaAmarilla, tú me das mucho más de lo que yo te puedo dar a ti, y me siento egoísta por dejarme querer".

Entre uno y otro ha habido otra serie de personajillos, desde los 13 a los 31 que voy a cumplir ahora da mucho tiempo para variar. Ninguno de ellos ha sido tan importante como para mencionarlos, aunque cada uno ha tenido su encanto. La única conclusión que puedo sacar de todo esto es que no he tenido suerte con los hombres, y que al parecer soy tremendamente desprendida por que debo de dar mogollón. Ya me lo han dicho tres veces, a ver si por fin a la tercera va la vencida.

Siento haberos aburrido con mi historia.