Después de años veraneando en el mismo pueblo, después de pasar largas temporadas allí, después de pasar vacaciones, Semanas Santas, fines de semana y fiestas, después de estar compartiendo 31 años de mi vida con la gente del lugar, resulta que gracias a un programa de televisión, gracias a un investigador de prestigio y renombre, me entero de entresijos, hechos y sucesos que jamás había escuchado ni visto en mi vida.

Es curioso que en un pueblo tan pequeño, con tan pocos habitantes, un hecho tan significativo como el de pasear el cadáver de una mujer por las calles del lugar todos los años se me haya pasado por alto. Claro, si es que soy muy despistada. Pero lo más curioso es que, aunque no lo haya visto, ni siquiera haya escuchado jamás un rumor, una historia, una leyenda. Y mira que es raro, por que ya sabemos todos lo que le gusta a los mayores asustar a los niños con esas historias cuando somos pequeños: “Duérmete, duérmete, o el espíritu de la mujer que pasean por el pueblo vendrá a por ti”.

Es llamativo también ver como aparecen en una foto tres niñas vestidas de época, y que alguien del pueblo le suene su cara. ¿De que época era? Por que, que yo sepa, estas personas no son tan mayores como para haber conocido los años en los que se usaban los llamados “vestidos de época”, y es más, también se ha escuchado decir que pueden ser vestidos de comunión, y esto ya es una opinión personal, pero no creo que hace años, por el estilo de vestido que llevan puesto, en un pueblo tan humilde, hubiera tantos recursos como para que las niñas pudiesen comprarse o hacerse ese tipo de trajes solo para recibir ese Santo Sacramento.

Tampoco he tenido jamás idea de que sacaran a los muertos para cortarles las uñas o el pelo, no me quedó claro con que fin indica esta persona que lo hacían, pero igualmente, creo que alguna leyenda hubiera corrido por el pueblo en caso de haberse hecho así.

Sí, efectivamente en el cementerio hay muchas tumbas de niños, y eso es algo que al parecer les llama la atención, pero ante esto me pregunto yo: ¿En qué cementerio de pueblo no hay ninguna tumba de algún niño?. Si lo pensamos bien, en España hubo una guerra muy fuerte, hubo hambre, enfermedades. En aquellos tiempos no había recursos sanitarios como actualmente, los niños no estaban bien alimentados, y muchos médicos pensaban que el mejor remedio para curar cualquier mal era la llamada sangría. Eran tiempos en que no había antibióticos, antipiréticos, y la gente moría de una simple gripe, unas paperas, o una varicela. El pueblo del que hablamos está en plena sierra de Ávila, donde actualmente, y eso que el clima ha cambiado, hay inviernos que llegamos a tener hasta 15 grados bajo cero. ¿Nos extraña que hubiera niños que murieran nada más nacer, o con corta edad, teniendo solamente una pequeña lumbre en la cocina donde cobijarse en unas casas de piedra y adobe? No creo que el hecho de que haya muchas tumbas de infantes sea algo que tenga que llamar la atención, hagamos un sondeo por unos cuantos cementerios, y saquemos estadísticas.

Desafortunadamente por un desgraciado suceso que ocurrió allí a una persona de avanzada edad a la que queríamos mucho, natural de la zona, hemos estado en contacto con la familia durante todos estos días para ver como se encontraban. El día después de salir el reportaje, como muchos días, llamamos a un familiar muy cercano para seguir animándole, y como no, salió el tema de conversación. Sus palabras textuales fueron: “Esto todo es un montaje, a esa señora que salió no la he visto jamás por aquí, ni nada de lo que han dicho es cierto”. Sorprendida ante esas palabras llamé a otra persona muy cercana a mi, que a pesar de no ser tan mayor como la anterior, también lleva toda su vida en el pueblo, y ante mi pregunta sobre el tema, lo único que saqué de su boca fue una risa, y el comentario de: “Todo esto es una farsa”.

A mi realmente me da lo mismo lo que un investigador haga o diga sobre el pueblo, pero me da pena que mi sobrino, que diariamente se desplaza del pueblo a otra localidad para estudiar, sea motivo de mofa por parte de sus compañeros, y le hagan burla preguntándole si ha venido a clase solo o se ha venido con los fantasmitas.

Lo único bueno que pude sacar de todo ello es que hayan hablado del museo etnológico, que efectivamente es una preciosidad y recomiendo visitarlo a todo el mundo, y que bueno, aunque no haya sido por una de las mejores razones, el pueblo haya estado en boca de la gente durante una temporada, que últimamente estaba un poco decaído y necesitaba publicidad para que vuelva a resurgir. Si en el fondo voy a tener que darle la gracias y todo.