No, yo no voy a ver la película de Star Wars. No, yo no llevo años esperando que la estrenen. No, yo no me he visto las anteriores películas 20 veces al año, he visto la primera una vez, y en la segunda me quede dormida. No, yo no se hablar como el muñecajo ese bajito que se parece a Pujol. No, no me emociono cada vez que veo un producto de merchandising en una tienda sobre la película. No, no me pongo en medio de la calle con mis amigos a hacer que lucho con las espadas de láser. No, no me he comprado una entrada para el estreno y otra para el día siguiente. No, no me interesa lo mas mínimo ese mundo. No, no me apetece estar hablando todo el día sobre naves espaciales y bichos raros...

¿Y solo por no gustarme y hacer esas cosas tengo que ser diferente y sentirme un ser extraño? Estoy ya cansada de que todo lo que me rodea hable de lo mismo, y me hace sentirme desplazada, perseguida. Me estoy empezando a sentir casi como una delincuente por no seguir la secta de los Wars. Ahora entiendo por lo que están pasando los fumadores hoy en día.