Hoy a las ocho de la mañana me dan la condicional, ¡¡por fin mi semana libre!!. Como últimamente estoy haciendo y para desestresarme me voy de Madrid. Esta vez no voy a la sierra de Ávila, me toca la serranía de Huelva.

Mi madre es andaluza, de la sierra de Aracena, de un pueblecito chiquitín que está a 5 km de Jabugo (jijiji, ¿a que esto os suena más?). Ahora a finales de mes son las fiestas y estas no me las pierdo.

Tenemos casa en la plaza del pueblo, justamente delante del ayuntamiento, vamos en todo el meollo de la juerga. El bar a 10 metros de la puerta de mi casa, de hecho el dueño del bar nos pone la mesita en plena puerta sitio privilegiado. No veas como mola el que te den ganas de mear y te metes en tu casa, no necesitas entrar en el baño saturado de gente y sucio por la mala puntería producida por las borracheras.

Hacen un poquito de todo, desde elegir a la reina de la serranía, donde traen a una moza de cada pueblo, se supone que la mas guapa de cada uno, y digo se supone por que me acuerdo que el año pasado hubo una de un pueblo que los cuarenta ya no los cumplía, y vamos, que si era guapa, yo soy mis universo. Traen a un grupo musical que son geniales, no tienen nada que ver con las típicas bandas de pueblo, tocan los típicos pasodobles para los lugareños, y cuando ya llegan horas razonables que estos se acuestan y nos quedamos la juventud mas marchosa empiezan con músicas mas modernas, pero nada de bisbal, ni por el estilo. El año pasado me sorprendieron con una versión de I will survive que quita el hipo, y con canciones celtas superchulas. La música empieza a las diez de la noche y terminan de tocar a las siete de la mañana. Como mi casa está cien metros del escenario, las camas botan, por lo cual de dormir nada. Yo me acuerdo el año pasado que acabé tomando café con el cantante, que era un encanto. Por cierto, iba a ser papá, ¡¡felicidades, el niño ya tendrá un añito casi!!.

El domingo es curioso, por que son las llamadas fiestas del melocotón, las mas típicas de la zona. Es tradición que unas bodegas de por alli regalan tropecientos litros de vino blanco, con el que hacen un ponche especial, receta made en el pueblo, de vino, azúcar, melocotones, que van dando fresquito a todo el que se pasa por allí. No veáis que peazo cogorzas se coge la gente de la zona.

Unas risas con la gente conocida, unos puntillos muy ricos, y todo ello con buenas tapas y buen jamón de jabugo. Creo que esta semana me lo voy a pasar bien, ya os contaré a la vuelta. Me voy mañana viernes por la mañana, si puedo esta noche me despido, si no, no me echéis de menos mucho.
Besitos