Hoy hace un año que iba de vacaciones a México, como todos los años cojo vacaciones en este mes.
Hoy hace una año que estaba en el aeropuerto, medio dormida por que había trabajado la noche anterior, y por hacer las maletas y otras cosas mas personales, no descansé en todo el día. Hoy hace un año que embarqué y me senté en el asiento que me correspondía, que jo, no era ventanilla como había pedido. Hoy hace un año que me acomodé y empecé a pensar lo bien que me lo iba a pasar con mis amigos en México en Cuernavaca y en Acapulco tomando el sol. Hoy hace un año que la azafata nos puso de cenar, ains, que horror, cada día me gusta menos la cena de los aviones. Hoy hace un año, que mientras estábamos cenando el jefe de cabina nos dijo que debían de retirarnos los servicios recién puestos por problemas técnicos. Hoy hace un año en que el avión empezó a oler a humo y que el comandante, Sr Mújica, que murió una semana después de un infarto, nos dijo que por problemas técnicos volvíamos a Madrid, estábamos a 45 minutos volando sobre el mar. Hoy hace un año que la tripulación se empezó a poner nerviosa, que las azafatas se pusieron tensas y los azafatos se quitaban las chaquetas y las corbatas. Hoy hace un año que el comandante dice que por problemas técnicos no aterrizamos en Madrid, lo hacemos en Lisboa. Hoy hace un año que el Sr Mújica nos dice: “Creo que vamos a aterrizar bien, espero que hagamos un aterrizaje bueno, creo que lo vamos a conseguir”.
Hace un año que el pánico cundió en el avión, y que seguía oliendo a humo, que nadie nos decía lo que pasaba y todos sabíamos que algo iba mal. Hoy hace un año, que por la ventanilla a lo lejos se veían muchas luces, bomberos, ambulancias, policías. Hoy hace un año que toda mi vida pasó por delante de mi, de mis ojos, y que lo primero que pensé fue en mi madre, en la situación que se iba a quedar, en que si yo me iba, ella se iría también, sería la segunda hija que perdía.
Hoy hace un año que el avión aterrizó bruscamente, en seco de golpe. Hace un año que las luces se apagaron y se oyó la voz del comandante gritar: “Tripulación, evacuación inmediata”
Caos, horror, gritos, llantos. Empujones, tropezones, confusión. Nerviosismo, histeria. Hoy hace un año que me di cuenta que las instrucciones de seguridad ante una contingencia en un avión son muy bonitas cuando estas sereno y no pasa nada, pero en el momento que pasa, lo único que quieres hacer es salir corriendo de allí.
Hoy hace un año que me tiré por la rampa de emergencia, que giré mal y me golpeé. Que salí corriendo como pude a través de la explanada, y que cuando ya estaba suficientemente lejos, me giré y vi la escena. Los bomberos con las mangueras, las ambulancias alrededor, la policía alejando a la gente de la escena.
Hoy hace un año que la espalda me empezó a doler y que estaba con un ataque de ansiedad, hace un año que me inmovilizaron y me trasladaron a un hospital de Lisboa, donde no conocía a nadie, y donde tuve que hacer de intérprete, desde mi camilla, a todos los pasajeros heridos que fuimos hasta allí. Hace un año que me desvié una vértebra lumbar y empecé con un shock postraumático. Hace un año que me repatriaron a España, y al llegar a Madrid, me abracé a mi madre, a mi hermano, a mi cuñada que me estaban esperando. Respiré hondo y me puse a llorar.
Hoy hace un año que volví a nacer.
De corazón, de parte de mi señor esposo y de su señora esposa, a pleno pulmón:
¡¡¡¡¡FELIZ CUMPLEAÑOS, GUAPA!!!!!