Mi corazón y mi alma reflejados en un espejo.
domingo, noviembre 27, 2005
Un cruce de miradas, el principio de nuestro fin.
Llegué al cine, compramos las entradas y entramos a esperar en la puerta. Tú estabas allí con tu amigo, con tu eterno vaso de palomitas en la mano, de pie, al lado de la columna. Yo a 10 metros de ti con mis amigos, charlando, esperando que la sesión comenzara. Levanté la cabeza, miré por encima del hombro de mi compañero y te vi allí, observándome. Nuestras miradas se cruzaron.

Fueron cinco minutos de espera, cinco minutos de tú me miras yo retiro la mirada, ahora me toca a mi. Por fin se abrieron las puertas y entraste raudo sin dar tiempo a nada.

Te sentaste en la última fila, como hacías siempre, yo, como la peli era estreno, me tocó sentarme en la tercera, lejos, abajo. De vez en cuando miraba hacia arriba, y te veía ahí sentado. No te conocía, pero tenía la sensación de que te debía conocer, que si no hacía el esfuerzo, algo bueno iba a perderme.

- Voy a subir a saludarle.
- Vas a hacer el ridículo.
- Me da lo mismo, voy a ir a saludarle. Si hago el ridículo luego nos reiremos de la situación.
- Tú verás, pero como lo hagas me voy a descojonar de ti.

Me levanté del asiento y fui hacia ti. Directa sin pensármelo. Luego me imaginaba lo que se te debería estar pasando por la cabeza al verme tan decidida. Dios, si es que soy demasiado impulsiva. Llegué a tu fila, me puse de pie junto a ti, y una fastuosa frase, la más absurda que podía haber rebuscado entre mi antología de frases absurdas salió de mi boca, ¿recuerdas?:

- Hola yo soy yo, y tú ¿eres tú o tu clon?.

¿No podría haberme inventado otra frase mas tonta y sin sentido? No, para qué, si yo iba buscando hacer el ridículo.

Hablamos un poquito, estábamos los dos cortadísimos y no sabíamos que decir. Luego con el tiempo pensé: que raro que no me mandara a hacer puñetas, con lo que le gustan los trailers y se los jorobé enteros.

Baje, y me senté con mis amigos, me entró la risa tonta. Había pasado la prueba y no me había sentido mal.

Durante la sesión pasaste por delante de mi, la excusa de estar con la tripita mala te sirvió para echarme el ojo cada vez que ibas al servicio. Me di cuenta de que estábamos tonteando como niños de 15 años.

Ese día Nicolas Cage fue testigo presencial de nuestro comienzo, y paradójicamente fue testigo de nuestro final. Ese día, hoy hace un año, que un cruce de miradas dio el pistoletazo de salida a lo que luego fue nuestro fin.

Feliz Aniversario
 
posted by RosaAmarilla at 1:00 a. m. | Permalink |


3 Comments:


  • At 1:18 p. m., Anonymous Anónimo

    Amos a ver, no lo entiendo mucho ehh, es feliz aniversario de empezar o de acabar, joé... aclaramelo tía porfa de los plises, que ahora tengo la intringulis :D

    Besots!

     
  • At 1:56 p. m., Blogger Mari Carmen

    Ehhh??? Mi no entender tampoco!! Q te respondió?? ainnssss!!!! Esto de ser lunes y volver al curro no va bien con mis neuronas!
    Besotes

     
  • At 8:44 p. m., Blogger dulcis-e

    ¿Se acabo la historia antes de comenzar? Qué triste no? Será porque era tímido el chico...
    :)