No solamente me refiero a una belleza física, esa es muy subjetiva, aunque para que lo voy a negar, no soy fea (esto lo confirmé viendo hace unos días unas fotos de alguien), si no que soy guapa de mente, de persona, de ser. Aunque mi físico no sea despampanante tengo mi encanto. Tengo unos ojos chiquitines pero graciosos y expresivos, una sonrisa dulce que últimamente ocultaba mas que enseñaba. Un gesto complaciente y a veces picarón.
Al mirarme en el espejo me di cuenta de que hacía mucho tiempo que no me sacaba partido a mi misma, que me había dejado de querer por que ya no me querían.
Me he empezado a arreglar, he vuelto a pararme delante de un escaparate y fijarme en ese conjunto de pendientes y collar que me podían quedar monos. He vuelto a sonreír a la dependienta y salir con ellos puestos.
He vuelto a ver pasar a un chico guapo por la calle y a que se me pusiera una sonrisa en los labios, he vuelto a guiñar un ojo.
He vuelto a sacar ese perfume caro que guardé en el armario por que me daba lo mismo oler bien. He vuelto a pasear por la calle y disfrutar de la gente que me rodeaba.
He vuelto a ir a una exposición y a tener ganas de tomarme un café con un amigo.
He vuelto a pensar en viajar, en hacer las maletas y disfrutar, y tanto y a la vez tan poco he pensado en ellos, que a los dos días de venírseme a la cabeza la idea ya tenía los billetes comprados para irme a cruzar el charco. Si chicos, la semana que viene vuelvo a irme a México.
Y ¿qué es lo que me ha hecho volver? Me ha hecho volver el decidir dejar atrás definitivamente un capítulo de mi vida ya desgraciadamente cerrado y que se estaba volviendo repetitivo y engañoso. Un capítulo que con su enrevesada trama, sus mentiras y sus embaucamientos me estaba haciendo mucho daño. Ahora que he terminado dicho capítulo voy a comenzar un nuevo libro que está en blanco, y pienso llenarlo con nuevas y doradas palabras.
De este libro la primera palabra será la siguiente: SONREIR.
Pues sí, sonríe y sé feliz.
Claro que eres guapa... y majísima.