Ha sido una bonita experiencia. Cada día me gusta más mi México querido. Cada vez que voy me tratan con más dulzura, con más cariño, con más amor. Cada vez que voy siento como tengo una segunda familia allí.
He vuelto ya, con mucha pena de tener que dejarles, de volver a sentir que están tan lejos. Os debo un post contando todas mis peripecias acontecidas en tan lindas tierras, pero mientras lo preparo he preferido escribir otro antes, un homenaje a estas personas, a estos amigos que me han acogido entre ellos como si fuera parte más de su vida.
Chicos os presento a Genoveva y a Luis, grandes personas y grandes corazones.
Ellos, junto con los papás de Genoveva, por segunda vez en mi vida, en mi segundo viaje a México, me han hecho sentir una persona feliz, querida. Me han hecho ver que merece la pena tener amigos, y sobre todo amigos como ellos. He de agradecerles su hospitalidad, su comprensión y su calidad humana. Me han hecho ver que el mundo no tiene barreras, nos las creamos nosotros, y que no hay distancias en una amistad. Me han hecho comprender que los kilómetros no son obstáculos para una relación, son un trampolín, y que aquellos que piensan que es un obstaculo se están cerrando muchas oportunidades. Genoveva me ha hecho ver que no debo descuidarme, que tengo que mimarme mucho, por que es la mejor defensa en contra de los malos momentos, contra los desprecios. Me ha hecho comprender que el tesoro de una persona está en el corazón, pero hay que cuidar el cofre donde se guarda para que no se oxide y lo siga protegiendo.
Se que es muy difícil que lean mis palabras, pero por si acaso lo llegan a hacer, solo quiero que sepan que dentro de mi corazón hay un hueco para ellos, y que, órale, cada dia ese hueco se hace mas grande para que estén mas cómodos.
Genoveva, os quiero mucho, y me gustaría que supieras que esas lágrimas que se me cayeron en el aeropuerto, mientras me despedía de tí, eran de pena por tener que irme, y de alegría por saber que estás ahí y que, apesar de los miles de kilómetros que nos separan, ahí estaras con esa mirada tan dulce. Me siento tremendamente afortunada por teneros de amigos, no os olvido y os echo de menos.
Por cierto, lo que mas echo de menos son tus: "Tengo un antojo". jajajaja.
te he echado en falta :), encantado de tu vuelta y ver q sigues bien. besotes gordotes jejeje