Dentro de una semana es mi cumpleaños, ese día estoy librando y me da pena no poder celebrarlo con mis compañeros de trabajo con los que paso tantas horas de la noche. He querido darles una fiestecilla a ellos en la oficina.
He comprado viveres suficientes para un batallón, somos seis, y al final he comprado como si fueramos doce. ¡¡¡Que empachooooo!!!!!!
Patatas fritas, fritos de maiz, bolitas de queso, jamón de jabuguito, tabla de quesos, salchichitas rellenas, aceitunas, frutos secos, pate, morcillita (petición especial para mi compi polaco), dos pizzas, unos nuggets de pollo, una botellita de vino, cocacolas light (jijiji, para no sentirnos culpables), fanta de naranja, zumo de piña, galletas de chocolate, tarta de queso con fresas, flashes helados...... Ains, ¡¡por Dios cuanta comida!!, creo que me he pasado.
De todos modos llegó la Ley de Morphy, día que pretendo que sea de regocijo y fiesta, día de curro horroroso, no hemos parado en toda la noche. Eso si, empachados estamos, por que entre llamada y llamada, expediente y expediente, bocado y bocado casi hemos acabado con todo.
Mañana prometo que me pongo a régimen, eso sí hasta el sábado que viene que tengo una barbacoita en Ávila para celebrarlo de nuevo con la familia y hasta el día que haga la fiesta para celebrarlo con mis amigos. ¡¡¡Voy a reventarrrrrrrr!!!!!.
Es genial lo de la Coca Cola Light. Os meteis entre pecho y espalda unas cuantas calorias, eso sí, con Coca Cola Light :-D. Yo creo que es más ya costumbre que otra cosa :-D. BEsos