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Ha sido finde de playa.
Estabamos cansadas del calor, y decidimos irnos a la playa, a la aventura, por que no llevabamos ni hotel reservado ni nada por el estilo, encima un uno de julio, ya nos vale.

Montamos el coche, somos mujeres, aunque sea para dos días nos llevamos la casa entera, y rumbo a Valencia, que es lo mas cerquita que tenemos. Mi amiga la noche anterior había mirado un camping en Denia que tenía apartamentos, mandó un e-mail y le contestaron que había disponibilidad, pero no le confirmaron reserva. Bueno, eran días de calor, siempre podíamos dormir en la playa.

Tras un largo caluroso y musical camino con parada para comer llegamos a Denia. Jue que largo es ese pueblo no acababa.

El camping no aparecía por ningún lado. Nos tiramos todo el camino llamándoles por teléfono y siempre aparecía un contestador. Cuando por fin consigo hablar con ellos me dicen que todo ocupado. Le contamos la milonga de que teniamos hecha reserva, y ayyy, ahora resulta que no estaba en la recepcion y que le llamara en 20 minutos para confirmar. Jijijiji, creo que le jodí la siesta.

Por fin y después de muchas vueltas, encontramos el parking. A mi según me iba acercando, me iba dando la risa. Explico: Decía que estaba a 100m de la playa, y yo pensé, si, a 100m en caida libre con vuelo a motor, por que estaba al otro lado de la carretera cruzando un descampado precioso y estupendo, que tiene que ser ideal a las tres de la tarde pegando el sol. Moderno y actual, pero no especificaron que en época de post-guerra, por que desde fuera parecía una carcel en un pueblo de refugiados. Disimuladamente nos dimos la vuelta con el coche y corrimos.
Al final decidimos pararnos en el primer hotel que encontramos, y curiosamente nos encontramos con uno que se llamaba: Hotel Rosa. ¡¡¡Que bucólico, que bonito!!! Hotel Rosa y pintado de amarillo. ¡¡¡¡¡Ese es mi hotel!!!!!!

Barato no es, pero vale la pena. Algún día os pondré las fotos. Es un estilo entre griego-rococó-maruja de mansión, que llama mucho la atención. Lo mejor del hotel, la piscinita, que está abierta hasta las doce de la noche, y casi siempre vacía. Cuanto llegamos, como era tarde, nos remojamos el culete en la playa, y como hacía aire, de cabeza a la piscina. Argggggggggggggg que orgasmoooo. La compañia en la piscina de mi amiga era muy agradable, pero ahí yo echaba de menos un churri, :-(

El resto del finde tranquilito, playita, sol, olas, y cocteles en el puerto. Eso si, de ligar nada, no se si sería por ser la semana del orgullo gay, pero Denia, ¡¡¡estaba repleto de ellos!!! No habia ni un hetero.

Llegué el domingo a las tres de la madrugada a Madrid. A las nueve estaba en la calle, y me di de bruces con la cruda realidad: En Madrid no hay olitas ni cócteles en el puerto deportivo.... Snif snif.