Una amiga me ha propuesto esta semana quedar para comprarse un consolador. Dice que está cansada ya del sexo masculino, que dan muchos quebraderos de cabeza y disgustos. Me dicho que yo debería comprarme uno, ya que como hace meses que no tengo churri me iría bien. Yo nunca he tenido uno de ellos y me ha dado por pensar. ¿Y si hago una lista de pros y contras del sexo con consolador o con pareja? Veamos a ver lo que sale.
El principal inconveniente que le encuentro es que con un consolador no conoces gente, que aburrido, al menos con el sexo en pareja puedes variar y tener vida social. ¿Y si me engancho y ya no salgo de casa solo pensando en el dale que te pego? . Aunque también pensándolo bien, es menos peligroso ya que, aunque fuera promiscua y cambiara de consolador todos los días, es muy difícil que me contagien una enfermedad de transmisión sexual.
Si lo compro consolador-vibrador es un gasto extra por que gastan pilas, pero claro, si traes un hombre a casa para que te haga un apaño, al menos, hay que invitarle a una copa o a cenar. Eso supondría también un gasto. Aquí nos quedamos en las mismas.
Una de las ventajas de un consolador es, que si en un momento dado, cuando estás en el punto más álgido de tu relación, aparece de imprevisto alguien e casa, corriendo puedes meterlo en un cajón y esconderlo, a ver como narices metes a un hombre en un cajón para esconderlo y disimular, más a mi que me gustan de más de metro ochenta.
Yo no fumo, pero, las mujeres que lo hacen tienen la desventaja de que si él es de la liga antitabaco, después del polvete no le va a permitir echarse un piti, el consolador no va a decir ni mu.
Puedes viajar con él, y sale más barato, no pagas asiento en el avión y en el hotel nunca te van a cobrar cama extra para el consolador, pero claro, éste tampoco te ayudará a subir las maletas a la habitación y eso, siendo mujer, es una gran desventaja.
Otra de las grandes ventajas del consolador es que, después de haber tenido una relación sexual, cuando estás agotada y empiezas a notar un sopor y comienzas a dormirte, ¡él no ronca!, aunque, claro, no puedes quedarte dormidita acurrucada en sus brazos, mientras él te abraza y te da calorcito.
Con un vibrador no tienes que poner excusa si no te apetece un día, no existen excusas de: "hoy no cariño, me duele la cabeza", por que eres tú la que decides cuando te apetece hacerlo. Además tampoco tienes gasto de teléfono, no tienes que llamarle todos los días para quedar bien y mostrarle tu cariño, él ya sabe que le quieres.
En fin, se me ocurren muchas ventajas y desventajas más, pero... oye, por lo que veo hay mas ventajas, uish, que al final voy a desengañarme del sexo masculino y voy a comprarme un SuperOrgasmatron que me haga feliz.
Niña, si este texto es tuyo y no lo has copipegado de algun lado, haz urgentemente un casting para ser guionista del club de la comedia. Te pillan fijo :-D